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Seis Consejos para Desestresarse y Bajar de Peso

Piense en la última vez que se sintió presionado por el trabajo, la familia o los amigos, ¿tuvo la necesidad de ir a buscar una barra de chocolate? Si la respuesta es afirmativa, usted no está solo. El estrés es una de las principales causas de la mala alimentación y de los excesos en las comidas; por eso, no se sorprenda si, debido al estrés, tiene algunas libras de más alrededor de la cintura. Además, el aumento de peso constituye una señal de advertencia que puede conducir a factores de riesgo asociados con la inflamación, las cardiopatías y la diabetes. Buscar formas de manejar el estrés es imprescindible para una pérdida de peso saludable. Siga estos 6 consejos para reconocer y manejar el estrés:

  1. Escoja grasas saludables. Debido a que aproximadamente el 60 por ciento del cerebro está formado por grasa, el tipo de grasa que usted incorpora en su alimentación puede marcar la diferencia en la función cerebral. Según investigaciones, los ácidos grasos omega 3 actúan como antidepresivos porque estimulan la producción de serotonina. La serotonina mejora la comunicación entre las células del cerebro y puede prevenir o combatir la depresión. El salmón, las nueces de Castilla y las semillas de lino son fuentes ricas en ácidos grasos omega 3. Las aceitunas, el aceite de oliva, los aguacates, las nueces y el aceite de canola también contienen grasas monoinsaturadas saludables. Restrinja el consumo de grasas saturadas que provienen de grasas animales y aceites tropicales. Asimismo, elimine los ácidos grasos trans de su alimentación; estos se encuentran en los aceites parcialmente hidrogenados que se usan en los alimentos procesados.
  2. Deje de hacer dietas. Las dietas que consisten en eliminar los carbohidratos y las grasas por completo en realidad aumentan el estrés, la ansiedad, el insomnio y la depresión. Y como si esto fuera poco, estas dietas provocarán problemas en el organismo. El método correcto que conduce hacia una alimentación saludable supone la elección de una dieta que le permita sentirse bien. Por eso, su alimentación debe estar compuesta por grasas saludables, muchas frutas y verduras y un consumo diario de granos integrales. Se sentirá lleno y satisfecho si le brinda al organismo todos los nutrientes necesarios.
  3. Trate de dormir lo suficiente. Las situaciones estresantes pueden provocar falta de sueño, que puede ser muy peligroso para una persona que está siguiendo una dieta. La falta de sueño “produce una confusión” en el equilibrio bioquímico del organismo, y esto puede aumentar el deseo de consumir carbohidratos, dulces y grasas. Además, dormir menos de 5 horas por noche no solo produce compuestos inflamatorios que se relacionan con las cardiopatías, sino que también dificulta la pérdida de peso. El cortisol y la ghrelina son las dos hormonas que causan estos problemas. La falta de sueño puede provocar un aumento de la ghrelina, que es la hormona responsable de estimular el apetito. También puede provocar una disminución del cortisol, que es la hormona que le envía señales al cerebro para comunicarle que usted está lleno. Como resultado, se produce la incapacidad de controlar el apetito, una situación que puede llevarlo a un desastre a nivel alimentario. Por eso, ¡descanse!
  4. Varíe el tipo de actividad física. Variar el tipo de actividad física que hace (alternar entre una actividad de alta intensidad y una de estilo meditativo, como el yoga) puede ser restaurativo, relajante e imprescindible para mejorar la función del sistema inmunitario y tener una perspectiva positiva de la vida. Es importante contar con una rutina de actividad física para evitar el aburrimiento y desafiar al cuerpo. La actividad física también mejora el equilibrio bioquímico del cerebro, ya que aumenta los niveles de endorfina, dopamina y serotonina, que son las hormonas responsables de hacernos sentir bien. Así que la próxima vez que se sienta abrumado por el estrés, tómese un descanso y póngase en movimiento. ¡Notará la diferencia!
  5. Respire. Respirar lenta, profunda y conscientemente es una manera muy sencilla de lidiar con el estrés diario y las agendas extenuantes. Tómese un momento para detenerse y respirar cuando el estrés deambule por su cabeza. Podrá relajar los músculos y centrarse en sus pensamientos y, así, estará preparado para cualquier obstáculo que se le presente.

Reconozca los síntomas del estrés. Existen dos tipos de estrés: agudo (intenso, pero de corta duración) y crónico (constante). El estrés crónico provoca problemas de salud. Es muy frecuente ocultar los sentimientos de agotamiento, estrés y ansiedad hasta el punto de que ya no podemos reconocer los síntomas. En esta instancia, surgen los problemas relacionados con el aumento de peso y las afecciones más graves. Preste atención a los síntomas del estrés. Entre ellos, se incluyen la hipertensión, el insomnio, los dolores corporales, los sentimientos de ansiedad o la depresión y una sensación general de agobio.